12 oct 2016

Película: Florence Foster Jenkins. Gran diva y pésima cantante



Cómo me hubiera gustado asistir a un recital de la diva Florence Foster, la peor de todas las cantantes de ópera pero estoy segura, que la única que ponía todo su corazón y su amor por la música en su canto.
Esta joya del director británico Stephen Frears es una deliciosa película en la que se unen demasiados factores para que se la pueda calificar de maravillosa. Empezando por la historia, que recoge el testigo de la realidad, y que une en matrimonia a esta mecenas de la música con una actor de segunda categoría que dedica su vida a su mujer aún a pesar de tener amante y piso propio. Como en la vida los personas son complejas, no hay buenos ni malos, y según vamos caminando por la película lo que priman son los afectos puros y verdaderos, el amor sincero y el cariño unido con la bondad.
Ambos se aman y ambos se protegen y cuidan, cada cual a su manera.



Otro factor importante para calificarla de joya es el maravilloso casting de los actores. La química entre Meryl Streep , que los que me conocéis sabéis que es mi diva entre divas y que no hay nadie como ella, y Huhg Grant está tan conseguida, es tan mágica, que hacen de todas las situaciones una melodía perfecta entre ambos,consiguiendo pasar de la risa a la emoción del llanto sin que prácticamente nos demos cuenta.
Y la guinda de esta partitura es ese entrañable pianista Simon Helberg que al igual que el espectador asiste asombrado a la realidad onírica en la que vive Florence Foster y luego pasa a formar parte de su sueño.

Y termino como empecé...cómo me hubiera gustado asistir a un recital de esta diva y gritar BRAVO, bravo por tanto amor que da y que recibe, y bravo por ese sueño que fue su vida.
BRAVO FLORENCE


2 oct 2016

Ópera Turandot desde la bahía de Sidney

Se está poniendo de moda las retransmisiones en directo, o en diferido, de las óperas en las salas de cine. Y ante la imposibilidad de poder asistir en directo a tales eventos, solamente puedo decir: !!loado sea el cielo!!
Una de esas emisiones mágicas en la gran pantalla fue el clásico de Puccini, Turandot, celebrada al aire libre desde la bahía de Sidney. Un asombroso escenario que permitía quedarnos boquiabiertos ante la dirección de Chen Shi-Zeng.



La espectacularidad del escenario con un gigantesco dragón y una pagoda donde la princesa lanza sus acertijos para impedir unirse a pretendiente alguno, estuvo aderezado por unos coros magníficos y unos intérpretes justos y precisos, sin alardes, sino adaptándose concienzudamente al drama.
Shi-Zeng jugó muy bien con la rotundidad de las voces, tremendo el "Nessun Dorma" de Ricardo Massi, y la ambientación en sí. La vestimenta exótica y colorida se unió al ya mencionado dragón de casi 60 metros que escupía fuego y se llegaba a transformar en una gran muralla midiéndose a esa pagoda de casi 18 metros de altura donde los artistas subían y bajaban.



Disfruté mucho con una de mis óperas preferidas, descubrimos al tener Ricardo Massi, y asistimos a una gran tarde de ópera, imaginaos si hubiésemos estado en Sidney en vivo... ¡Ay, lo que al directo no se puede llegar, que nos lo traiga el diferido!






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